Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales https://owainwdvc994920.fireblogz.com/69818644/francia-se-queda-sin-su-estrella-tras-el-cabezazo-de-zidane