Las situaciones continuadas de tensión, desequilibrio de carga de trabajo, desidia de autonomía o conflicto interpersonal que se desarrollan con motivo o consecuencia de la actividad laboral se reconocen como un factor desencadenante de estrés laboral y pueden ser el precedente de conductas de acoso o mobbing. El apoyo https://laurai037vdh7.aboutyoublog.com/profile