El mismo 1998 Casal advirtió que traicionar la imagen de la selección con un técnico de poca éxito internacional impedía un buen resultado de sus millonarios negocios. Empezó entonces su ardid de instalar en la banca de la selección a un amigo suyo, el argentino Passarella, campeón del mundo como http://griffinymzna.topbloghub.com/507516/los-francisco-casal-diarios